Una calificación no debería doler tanto.

Un calificación no me define, ¿O sí?

Yo nunca había reprobado ninguna materia en todo el tiempo que llevo de universidad... hasta este semestre.

Sé que en algún punto alguna materia tenía que dejar, pero no esperé que sucediera ahora. Y tampoco esperé que me fuera a doler tanto como lo está haciendo.

Y es que para mí no es simplemente un número en la boleta de calificaciones, sino es el sentir que todo el esfuerzo que hice durante las clases, las tareas por las que me esforcé, las noches en vela estudiando, es sentir que todo eso no sirvió para nada.

Y creo que realmente lo peor no es haber reprobado, sino esa vocecita en la cabeza que no me deja en paz y constantemente me está diciendo que no fui suficiente. Me dice que es lo que pude haber hecho para evitar que esto pasara. Me hace dudar de si realmente soy buena para la carrera que he estado estudiando los últimos años de mi vida y a la que en un futuro me voy a dedicar de por vida. Es sentir como esa vocecita a cada segundo me está diciendo que tal vez este no es mi lugar.

No voy a negar que lloré cuando vi esa calificación reprobatoria. No lo hice frente a nadie, obviamente... Me parece que muchas de las personas hemos crecido bajo un entorno en el que si repruebas una materia, no sabes, eres un mediocre, o no das la talla para lo que estás estudiando. Eso, en lo personal, me ha llevado a fingir que no me afecta una calificación, a esforzarme hasta el punto en el que siento que ya no puedo, hasta el punto en el que me pesan los ojos en las noches, incluso hasta el punto de descuidarme a mí misma por una calificación.

Creo que nadie habla de lo que te hace sentir haber reprobado por primera vez. Más bien, creo que la sociedad pone el foco en lo que eres cuando repruebas por primera vez.

La sociedad nos exige tanto como estudiantes universitarios que a veces se les olvida que somos personas —muchos no llegamos ni siquiera a los 22 años— que apenas estamos aprendiendo cómo es esto de estar estudiando algo que se espera que nos dediquemos el resto de la vida, para la sobrecarga emocional y física que la universidad puede darnos. Tal vez se les olvida que no siempre se puede con todo. Tal vez se les olvida que alguna vez ellos también fueron estudiantes y también reprobaron una materia.

Pero también me pongo a pensar: Sí, reprobé. ¿Y qué? ¿Qué otra opción tengo? Ya no puedo volver al pasado para esforzarme más, para pedirle al maestro si hay una oportunidad, algún trabajo extra. Reprobé y punto. No me queda nada más que recursar la materia y esforzarme para pasarla esta vez.

“And when the night is cloudy there is still a light that shines on me. Shinin' until tomorrow, let it be” — Let it be, the Beatles.

Sentí que mi mundo se acababa cuando me enteré. Y mientras mi mundo se quebraba a pedazos levanté la cabeza para ver a mi alrededor y me di cuenta que el mundo no va a detenerse. No soy la primera ni la última que va a reprobar una materia. Los alumnos van a seguir esforzándose. Algunos se van a graduar, otros van a dejar la carrera en la que están para perseguir sus sueños. Los profesores van a seguir dando clases. Uno va a encontrarse con los mejores profesores que puedan existir, y otros días con unos que parece que ni siquiera les gusta lo que están enseñando. El mundo no se va a detener porque reprobé una sola materia.

Y aún así estoy aquí. Recordándome a mí misma que una calificación no va a definirme a mí misma ni a mi futuro. Un solo error no borra todo lo que aprendí ni todo lo que sé.

Sé que tengo que ponerme de pie y seguir adelante. Este tropiezo no marca mi final, sino un nuevo punto de partida. Sé que esto va a pasar más rápido de lo que pienso, porque como dijeron los Beatles: “Habrá una respuesta, déjalo ser.”

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Holaaa 🫶🏻 quise escribir esto que salió de lo profundo de mi corazón.

Es una situación que, sin mentir, me hizo sentir mal como por una semana. Lloré y lloré hasta que me ARDÍAN los ojos. 🥲

Espero puedan comentarme que les parece esto que escribí y sí alguna vez les ha pasado. Besossss.